
La Ingeniería de protección contra incendios no existe como tal en el país y se viene trabajando durante muchos años como un conjunto de especialidades separadas, que no encuentra el sendero adecuado porque los responsable que podrían generar un cambio no comprenden claramente la interacción entre estas o no ven más allá de un interés personal.
A diferencia de otras ramas la ingeniería, la especialidad de protección contra incendios no ha sido considerada, hasta hoy, por ninguna universidad peruana como una carrera o una especialización, pero a pesar de esto es muy común en nuestra realidad escuchar el término «expertos en protección contra incendios». Entonces, ¿ Qué hace a un profesional de cualquier rama que pueda designarse como tal?
Hablar de protección contra incendios engloba muchas especialidades, como; Ingeniería Civil, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Eléctrica, Arquitectura, entre otras. Al no existir la especialización ¿Cuál de estas ramas es la que marca la pauta para un diseño de seguridad contra incendios integral? El Reglamento Nacional de Edificaciones establece que los únicos profesionales que pueden firmar un proyecto de agua contra incendios son los Ingenieros Sanitarios, que los responsables de la seguridad los arquitectos y que los responsables de los proyectos de detección de un incendio son los electrónicos, es decir, se ha atomizado de tal manera la estrategia de protección contra incendios que no existe una perspectiva clara de los que se necesita, en donde cada profesional de la rama quiere ser el que lleve la batuta del diseño, pero esto no es posible dentro de una visión sesgada del problema, en un medio donde no existe una educación formal en protección contra incendios.
Un diseño contra incendios debe requerir una visión global de la problemática y la estrategia. Generalmente lo que se busca es incrementar el factor de seguridad, que está en función del tiempo disponible para evacuar y el tiempo total que se toma para evacuar y el tiempo total que se toma para evacuar. Ambos son el resultado de un adecuado sistema de detección, una correcta señalización de las salida , un sistema de rociadores que pueda evitar el crecimiento del incendio que la estructura esté preparada para evitar un colapso, etc. Por lo tanto, no tiene sentido ver enfocarse en un de estos aspectos sin tomar en cuenta que todo está relacionado.
Una mala interpretación de la estrategia de protección contra incendios puede ocasionar problemas tanto de omisión como de exceso. Es común, en muchas edificaciones, que las autoridades competentes demanden un nivel de protección contra incendios exagerado, que trae como consecuencia una inversión económica mayor que no aporta nada a mejorar la estrategia. En otro extremo, se tiene centros comerciales, industrias, almacenes, edificios, entre otros, que no cuentan con medios de protección contra incendios adecuados y ponen en riesgo a las personas que puedan visitar o trabajar ahí, sin que estos necesariamente entiendan que están expuesto. Ejemplos de esto último los vemos a diarios en las noticias, en donde la explicación, en muchas casos, es que contaban con licencias de funcionamiento y no sabían que no estaban protegidos adecuadamente.
Esta problemática es común en un medios en donde no hay una adecuada interpretación del reglamento y los criterios de protección contra incendios están automatizados. Esta situación continuará hasta que alguna universidad considere la importancia de la ingeniería en protección contra incendios y la hagan parte de su lista de opciones.